Pensemos en estos animales: cocodrilos, lagartos, lagartijas y serpientes. Si le preguntamos a nuestro curioso qué ha oído sobre ellos, quizá puedan responder que son reptiles. Que, por lo tanto, ponen huevos. Que tienen patas muy cortas, o no tienen ninguna. Que su cuerpo está cubierto de escamas. Y quizás, que tienen sangre fría. Esto último quiere decir que dependen de las características del ambiente para mantenerse fríos o calientes.

Por ejemplo, los seres humanos somos capaces de mantener la temperatura de nuestro cuerpo, haga frío o calor (dentro de ciertos límites). Toma a tu curioso y mídanse la temperatura, en casa, en el parque, o la playa, al sol o a la sombra. Es muy probable que se mantenga alrededor de los 37 grados. Si en cambio, tienen la oportunidad de tomar a un reptil, la suya dependerá de dónde se encuentre. Si está al sol, puede estar muy caliente, si está a la sombra, se sentirá fría. Es por esto que estos animales necesitan lugares con exposición directa al sol, o, si están en cautiverio, contar con algún sistema de calefacción.

Ahora bien, en función de esta característica analicen: ¿por qué esos animales, los cocodrilos, serpientes y lagartijas son todos largos y delgados? ¿qué crees que responderá tu curioso?

Haz el siguiente experimento. Calienta en un microondas un pan largo y delgado, al mismo tiempo que uno gordito y redondo. ¿Cuál se calentará más rápido? Si los tocas por dentro, ¿cuál estará más caliente? ¡El largo y delgado!

Por eso tienen esa contextura los reptiles. Al ser más delgados, absorben mejor el calor, y, al ser largos, lo hacen en una superficie mayor de su cuerpo.

 ¿Viste que maravillosa es la naturaleza?